Es una realidad que no se oyen sermones sobre el tema del divorcio y re casamiento en los pulpitos cristianos de hoy. Quienes predican sobre el divorcio lo hacen para justificarlo basados en una frase sacada de su contexto dejando de lado abundantes pasajes que lo prohíben y que indican que un nuevo casamiento antes de la muerte de uno de los cónyuges legítimos constituye una relación adúltera delante de Dios: Mateo 5:32 y 19:9, Marcos 10:11-12, Lucas 16:18, Romanos 7:2-3, 1 Corintios 7:10-11, 1 Corintios 7:39, etc. A continuación, anotaremos algunas de las principales razones porque sucede esta triste y lamentable realidad.
1. LA CANTIDAD DE MATRIMONIOS EN ADULTERIO Son tantos los matrimonios que se han constituido de manera ilegítima, es decir donde uno de los contrayentes tiene a su cónyuge legitimo vivo, que predicar que eso es adulterio resultara ofensivo contra muchísimas “felices parejas”. En los países así llamados desarrollados como Estados Unidos, hasta más de la mitad de los matrimonios cristianos se divorcian y se vuelven a casar. No hay absolutamente ninguna restricción en las iglesias para dar vía libre a estos re casamientos. 2. CONDICIONAMIENTO CONVENIENTE: IGNORANCIA VOLUNTARIA Y AUTO ENGAÑO La mente de los predicadores esta predispuesta sobre el tema por la conveniencia que representa complacer a los miembros de sus iglesias sobre este tema. Y la mente de quienes ya están en segundos, terceros o más matrimonios también lo está por la inconveniencia que representa saber que sus matrimonios son adúlteros y fornicarios ante Dios. A nadie le conviene estudiar sobre este tema. Son ignorantes voluntarios por conveniencia. Están auto engañados pues si tan solo decidieran abrir la Palabra de Dios y hacer un estudio bíblico sobre el tema, todos, tanto predicadores como miembros de iglesia, llegarían a la verdad y salvarían sus almas de la destrucción eterna que espera a los rebeldes. La Palabra de Dios predijo esta terrible condición: “Pero los hombres malos e impostores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados” (2 Timoteo 3:13) 3. ANALFABETISMO SOBRE EL TEMA El anteriormente mencionado condicionamiento mental, autoengaño e ignorancia voluntaria conducen a un analfabetismo generalizado sobre este tema. La inmensa mayoría de cristianos creen que realmente Cristo dijo que “por causa de infidelidad, dele carta de divorcio”, ignorando que tal cosa no está en la Biblia. Eso es lo que han oído a sus líderes decir. Nadie, ni lideres ni miembros de iglesia, sostiene una conversación argumentada bíblicamente que valide textualmente los divorcios y re casamientos. Hemos presentado hasta ahora 39 razones bíblicas por las que es literalmente imposible sostener la posición divorcista “por causa de infidelidad”, y nadie ha siquiera intentado darle una respuesta coherente y evidenciable son la santa Biblia. Los más conservadores sostienen la posición de que hay una parte inocente y una culpable y que el cónyuge que fue engañado por su pareja tiene derecho de volverse a casar. Se auto engañan una vez más pues en la realidad todos, supuestos inocentes y supuestos culpables son apoyados para unirse en matrimonio con una tercera persona en total contradicción a la ley de Dios (Ver Romanos 7:2-3). 4. EL ARGUMENTO DE LA FELICIDAD Las iglesias han aceptado el principio pagano del hedonismo o “tendencia a la búsqueda del placer y el bienestar en todos los ámbitos de la vida”, en el tema del matrimonio. Todos los argumentos divorcistas son éticos, humanistas y desprovistos de evidencia bíblica contextuada de manera correcta. “Dios desea que sus hijos sean felices y no puede tener como uno de sus planes que una persona sufra los horrores de un mal matrimonio”, dicen. Luego generalizan los casos policiacos de asesinatos y torturas que cónyuges han infligido a sus parejas. En vez de apegarse al plan de Dios para que los matrimonios sean correctamente establecidos y a sus instrucciones y promesas capacitadoras para que se solucionen todos los problemas que puedan surgir, estos líderes humanistas toman el atajo pagano del divorcio y re casamiento. Son tan endebles los principios de los cristianos divorcistas que aun los ateos tienen porcentajes mayores de éxito en sus matrimonios. Este argumento de una supuesta felicidad es también un auto engaño. La realidad es que los segundos matrimonios no solo tienen más problemas que los primeros, sino que se divorcian en aun mayores porcentajes. El divorcismo no solo ignora la Biblia, pero también la ciencia y la estadística. 5. RAZONES ECONOMICAS El concepto de iglesia del mundo de hoy tiene que ver con organizaciones minuciosamente estructuradas las cuales requieren amplios presupuestos. En el mejor de los casos están aquellas manejadas por juntas, concilios, conferencias, uniones, asociaciones, etc. Estas estructuras jerárquicas manejan mucho personal tanto en oficinas como en el campo, pastores, obreros, instructores, maestros, coordinadores, asesores, contadores, auditores, etc. Estas empresas corporativas no pueden prescindir de fondos suficientes para su funcionamiento y operación. Dejar sin membresía y señalar a los re casados como pecadores sería una hecatombe económica para ellos. También están las iglesias o ministerios independientes, los cuales son mayormente dirigidas por un líder, pastor o apóstol. En estos casos el lavado cerebral es aún más fácil de lograr pues no existen concilios o juntas y si los hay son manipulados por la influencia del líder cacique. El afán de enriquecerse y disfrutar los bienes materiales es tal que en muchos de estos ministerios tampoco será en nada difícil que se acepte y promueva que todos son bienvenidos, aunque estén en una condición pecaminosa. Siempre y cuando se cuente con su aporte económico a nadie se le niega su membresía. No queremos decir que la organización y aportes económicos sean malos, pero cuando estos llegan a ser un objetivo en sí y no la verdad bíblica, dicha organización ya no sirve más a los propósitos de Dios. LA IGLESIA DE DIOS ES COLUMNA Y APOYO DE LA VERDAD (1 TIMOTEO 3:15) La iglesia verdadera, la que Cristo fundo, no se deja manipular ni manipula a nadie. Los principios que la rigen provienen siempre de la Biblia interpretada por sí misma y no por concilios, juntas ni conferencias. El Espíritu Santo será quien guie a toda verdad y ningún argumento humanista, conveniente, engañoso o material tendrá prioridad sobre un “así dice Jehová”. Toda doctrina y practica de los verdaderos hijos de Dios se somete “a la ley y al testimonio” (Isaías 8:20). El mayor engaño de los tiempos finales es atenernos a una institución por encima de la Biblia. El enemigo de Dios ha podido a través del tiempo manejar a su antojo todas las instituciones humanas. Aun fue el caso del pueblo de Israel que fue claramente escogido por Dios con toda clase de prodigios y milagros. Se llegaron a apartar tanto de lo que Dios les había revelado y lo reemplazaron tanto por las tradiciones y el paganismo que cuando el Hijo de Dios vino no lo reconocieron (Juan 1:11-12). Ese apego a las tradiciones por encima de la revelación incluyo el tema del matrimonio y los re casamientos. Por eso quisieron imponer a Cristo sus escuelas interpretativas (Hillel y Shammai) lo cual fue ignorado por el Gran Maestro llevándoles a lo que fue “al principio”, o sea matrimonio indisoluble sin divorcio ni re casamiento (Ver Mateo 19:3-12 comparar con Génesis 2:24). El enemigo uso luego al padre del humanismo Desiderio Erasmo en el siglo 16 para influenciar a Martin Lutero y otros reformadores con exactamente los mismos argumentos de los interpretes judíos de los tiempos de Cristo. De la misma manera como Cristo no se dejó engañar por los influyentes maestros de su época, los hijos de Dios fieles hoy en día no debemos seguir el humanismo moderno sobre el tema del matrimonio. Cristo profetizo que seremos una ínfima minoría y que tal vez tengamos que volvernos eunucos si nuestro cónyuge nos abandona para irse con otra persona (Ver Mateo 19:11-12). Esa verdad fue entendida y así ensenado en la iglesia apostólica cuya doctrina fue pura (Ver 1 Corintios 7:10-11). El verdadero cristianismo nunca practico los re casamientos. No hay en la Biblia la mención de nadie que se haya divorciado y vuelto a casar por ninguna razón. Quienes en apostasía de lo que la Biblia dice sobre este tema practican tal aberración del plan de Dios están cumpliendo lo profetizado por Cristo en Mateo 24:37-39. Están “casándose y dándose en casamiento”, o sea divorciándose para volverse a casar. Esta práctica no es menos aberrante que los matrimonios homosexuales, incestos y todo matrimonio ilegitimo. A todos ellos aplica la exclusión introducida por el Señor en Mateo 5:32 y 19:9 (“salvo por causa de fornicación”). Esos así llamados por el mundo “matrimonios” deben divorciarse porque son matrimonios fornicarios. Para Cristo fue muy claro eso cuando le dijo a la mujer de Samaria que había tenido cinco “maridos” (ante la sociedad eran matrimonios) y que el que tenía no era su marido, porque su legítimo marido estaba aún con vida (Ver Juan 4:18) Eso es claro por sus enseñanzas dadas en Marcos 10:11-12, Lucas 16:18, Mateo 5:32 y Mateo 19:3-12. Los fieles hijos de Dios entienden, practican y enseñan el principio del matrimonio Cristo Edénico sin divorcios ni re casamientos aun en las peores circunstancias. Aun si por hacerlo les tocara dar su vida como fue el caso de Juan el Bautista que fue condenado a ser decapitado por decirle a Herodes que se había unido en matrimonio con la esposa de su propio hermano (Marcos 6:18). Triste es decirlo, pero aun aquellos que han sido llamados a reparar las brechas o portillos destruidos de la ley de Dios (Isaías 58:12), se niegan a predicar sobre el verdadero matrimonio bíblico sin divorcio y re casamiento, porque en algún sentido han hecho componendas y no pueden sostener toda la verdad sobre este tema vital para la iglesia y la sociedad.
1. Es una pretensión de desunir lo que Dios unió. Es desobediencia y por tanto pecado: Mateo 19:6 2. CUALQUIERA que se divorcie comete adulterio contra su matrimonio y su cónyuge: Mateo 19:9, Marcos 10:11-12 3. TODO el que se divorcia y se casa de nuevo se convierte en adultero: Lucas 16:18 4. Quien se case con un divorciado se convierte en adultero: Lucas 16:18up 5. Quien se divorcia hace adulterar a la persona de que se divorció: Mateo 5:32 Ver el tema “los 4 pecados del divorcio” 6. Divorciarse es rebeldía, lo cual es la raíz y esencia del pecado. Es apostasía abierta: Mateo 19:8 7. Divorciarse es apartarse del plan original de Dios para el matrimonio: Mateo 19:8up 8. Divorciarse aduciendo una “cláusula de excepción” por infidelidad es añadir a la Biblia para tergiversarla y quien hace eso no tendrá parte en el reino de Dios: Apocalipsis 22:18-19. Cristo nunca dijo “salvo por causa de adulterio”. Tampoco dijo “salvo por causa de infidelidad”. Él dijo “salvo por causa de fornicación”. Entender la palabra fornicación (porneia) en el contexto que Cristo la dijo es la clave para evitar tergiversaciones, contradicciones al traducir mal esa palabra. En la página vamos contando 39 problemas generados por dicho descuido. 9. Divorciarse por el adulterio o infidelidad de su pareja no es bíblico. No hay registro de nadie que se haya divorciado y vuelto a casar por esa causa ni por ninguna en toda la Biblia. 10. La Biblia registra 7 veces que Cristo dijo que divorciarse y casarse de nuevo constituye el adulterio: 11. Divorciarse es desconocer la Palabra de Dios. El divorcio como se practica hoy no está en la Biblia. En Deuteronomio 24:2-3 se menciona un divorcio pedido solo por hombres (machista) para aumentar o disminuir su harem. Incluso podían divorciar esposas si ya no las podían mantener y podían comprar esclavas como esposas. Machismo, poligamia ni esclavitud son parte del nuevo pacto. Por tanto el divorcio dado a esos rebeldes también desaparece y así fue especificado tanto por Cristo como por el apóstol Pablo: Mateo 5:32, 19:9; Marcos 10:11-12, Lucas 16:18, Romanos 7:2-3, 1 Corintios 7:10-11 12. Divorciarse para casarse de nuevo no es bíblico. No hay registro de un solo re casamiento en la Biblia por parte de los verdaderos y obedientes hijos de Dios. 13. Divorciarse para conseguirse una nueva pareja es un acto egoísta lo cual es contrario al carácter cristiano: Efesios 4:32 El matrimonio que cristiano es indestructible. 14. Divorciarse para conseguirse otra pareja es una negación al carácter de Dios como esposo (novio desposado) de su iglesia. Al abandonar a nuestra pareja por sus caídas o errores estamos implicando que Cristo, nuestro esposo (Novio desposado) nos puede abandonar por nuestras propias caídas y pecado. Eso implica que estaremos perdidos: Efesios 5:31-33 Un tema completo al respecto está aquí: 15. Divorciarse por las ofensas reiterativas de nuestro cónyuge no está en armonía con el evangelio donde se nos pide perdonar todas las faltas todo el tiempo como requisito para nosotros mismos ser perdonados: Lucas 17:4 16. Divorciarse es un pecado contra la familia y por tanto la iglesia y sociedad. Son los hijos quienes pagan el precio mayor a la rebeldía de sus padres. 17. El divorcio es un árbol que solo produce malos frutos, por lo tanto no es cristiano: Mateo 7:20 18. Quien se divorcia y se casa de nuevo es polígamo (o bígamo depende cuantos matrimonios lleve). 19. Cambiar de pareja buscando la felicidad es contrario al plan de Dios. La felicidad verdadera está en hacer la voluntad de Dios: Mateo 7:21 20. Divorciarse y casarse de nuevo es estar de parte de los que cumplen la profecía acerca de la descomposición social antes de la segunda venida de Cristo: Mateo 24:37-39 21. Divorciarse y casarse de nuevo es violar el 7mo mandamiento de la ley de Dios: Éxodo 20: 14 22. Cambiar de pareja no resuelve el problema. Primeros matrimonios se divorcian en alrededor del 50% y segundos en más del 70% (USA) 23. La alternativa bíblica al divorcio y re casamiento en casos extremos de abuso es la separación con fines siempre de reconciliación o bien quedarse solos: 1 Corintios 7:10-11 24. El divorcismo o actitud hacia el divorcio (pensar que Dios permite el divorcio) genera todos los problemas del matrimonio o bien los agrava, incluso la infidelidad o adulterio: Jeremías 17:9. 25. Divorciarse es un acto de carencia de fe, lo cual es pecado: Romanos 14:23. Dios puede restaurar toda vida. Si un matrimonio no se restaura es porque los dos o uno de ellos no quiere poner su vida en manos de Dios. 26. Quien se divorcia y se casa de nuevo no puede ministrar, pastorear, predicar, enseñar o dirigir en la iglesia porque es marido de varias mujeres: 1 Timoteo 3:2 27. El divorcio no proviene de Dios ni de Moisés sino de Babilonia. Dios pide a su pueblo salir de Babilonia: Apocalipsis 18:4 28. La legislación dada a los rebeldes sobre el divorcio fue parte de las ordenanzas que caducaron al morir Cristo y ningún cristiano las debe practicar porque “nos eran contrarias”, no dejan nada bueno: Colosenses 2:14, Efesios 2:15, 16. 29. Quien se divorcia es un pésimo soldado en el ejército de Cristo. Equivale al desertor que solo trae oprobio a la causa: 2 Timoteo 2:4 30. Quien se divorcia de su pareja por adulterio usa reglamentos del antiguo pacto, hace una mezcla indebida de conceptos, sigue creyendo en la pena de muerte (figurada) y con ello se condena a si mismo porque también es pecador: Juan 8:2-11 31. Quien se divorcia por la inmoralidad sexual cometida por su pareja contradice a Cristo quien resuelve el pecado de inmoralidad sexual con el perdón y la nueva oportunidad: Juan 8:11 32. Quien se divorcia de su pareja por su inmoralidad sexual contradice toda la Biblia donde nunca el castigo de ese pecado fue el divorcio ni el premio un nuevo matrimonio. 33. Quien abandona su cónyuge y hogar por divorcio participa de una ley injusta para todos y que por tanto no proviene de Dios: Salmo 19:8 nos dice como son las leyes de Dios. 34. El divorcio actual es pedido en más del 70% de los casos por mujeres, es feminista y forma parte del plan del enemigo para destruir la familia, la sociedad y la iglesia. 35. El divorcio forma parte del plan del enemigo de Dios para destruir la familia, la sociedad y la iglesia. Dicho plan incluye el feminismo, el divorcismo y finalmente el homosexualismo y toda forma de perversión del matrimonio bíblico. Todos ellos tienen elementos comunes pues no son parte del plan de Dios. 36. El divorcio por violencia no es justificable en la Biblia. La solución a las peleas entre esposos es humillarse ante Dios para aprender a ser suaves el uno con el otro. La violencia como causal de divorcio es una excusa más. Quien realmente es víctima se separa a orar y bendecir a su cónyuge para que supere su problema. La violencia no tiene género. Ver 1 Corintios 13. 37. El divorcio y re casamiento faltan al sentido común cristiano: Dios nunca destruye una familia para construir otra: 38. Divorciarse y casarse de nuevo es abandonar el pacto “de tu Dios”. El pacto no es solo entre los esposos pero también con Dios. Mientras Dios exista y los dos esposos estén vivos, ese pacto permanece: Proverbios 2:16-22 39. Un divorciado no es soltero ni viudo, Por tanto no califica para casarse de nuevo. “No es bueno que el hombre este solo” se dijo a solteros. “Mejor es casarse que quemarse” se dijo a solteros y viudos. A casados se les pide permanecer casados: 1 Corintios 7:10-11 40. El divorcio es una afrenta al cristianismo. Arriba del 50% de los cristianos en algunas partes del mundo se divorcian. Eso es más que el porcentaje de todas las sociedades seculares. Incluso más que los ateos. 41. No divorciarse es ley de Dios claramente entendida y así enseñada por el apóstol Pablo. 42. Los patriarcas polígamos del antiguo testamento no son modelos del matrimonio cristiano y su actuar no debe ser seguido por nosotros en el nuevo pacto. Cristo vino a restaurar el matrimonio edénico sin divorcios, poligamia, machismo ni re casamientos: Mateo 19:3-12 43. El adulterio que establece casarse estando el cónyuge legítimo vivo es mucho más grabe que un acto o acción aislada de adulterio dentro del matrimonio. El primero es una condición de pecado, pretendiendo cambiar el texto bíblico para justificarlo y hasta celebrándolo dentro de los templos con una boda espuria y sacrílega. El segundo es una acción de la cual la persona se arrepiente y aparta con mucha más facilidad porque generalmente reconoce su pecado. En ambos casos el remedio de Dios es el mismo: “Vete y no peques más” (Juan 8:11), o sea apartarse del pecado. 44. Si Dios aborrece, o sea que odia el divorcio, ¿cómo podemos practicarlo los cristianos? Malaquías 2:16 45. Divorciarse implica llevar a corte a nuestro semejante, cosa que Dios prohíbe. Implica mentir bajo juramento porque la Biblia dice que al que cree todo le es posible: Marcos 9:23, 1 Corintios 6:1 46. No hay un solo texto de la Biblia que indique que haya bendición de Dios en la segunda boda de alguien cuyo cónyuge legitimo aún vive: 47. El divorcio como solución a los problemas del matrimonio responde a una doctrina humanista originada por uno de los padres del humanismo moderno: Erasmo Desiderio. 48. Por muy malvado que sea un cónyuge en cualquier momento puede permitir ser alcanzado por la gracia de Dios y cambiar. Por eso la voluntad de Dios ante un fracaso matrimonial es siempre la reconciliación y no el re casamiento. 49. En todos los divorcios hay grados de manipulación, mentiras, simulación, engaños y falsedades. El objetivo real es conseguirse otra pareja en casi todos los casos. 50. “A la ley y al testimonio” (Isaías 8:20) los únicos matrimonios validos ante Dios son entre una mujer y un hombre solteros o viudos que de manera voluntaria deciden hacer un pacto ante Dios de permanecer juntos hasta la muerte de uno de los dos. Todos los demás no son válidos, son ilícitos, ilegítimos, fornicarios, pecaminosos. A ellos aplica que deben separarse (divorciarse) según la expresión del Señor “salvo por causa de fornicación”.